Boquerón o anchoa

Curiosidades y cómo prepararlo

Cocina tradicional

Los boquerones poseen el privilegio de ser los protagonistas de algunos de los platos más populares del país. En muchas comunidades, el boquerón forma parte de la gastronomía de la región. En cada rincón, el boquerón tiene nombre propio: bocarte en Cantabria, anchoa en el País Vasco, seitó en Cataluña y aladroç en la costa levantina y Baleares.

En el País Vasco es típico servir los boquerones en cazuelas de barro con un toque de guindilla o elaborados al pil-pil. En la costa mediterránea abundan en los menús los boquerones en vinagre, y en Andalucía, los ejemplares de menor tamaño se fríen y forman parte de una buena ración de "pescaíto frito". No pueden faltar las anchoas en salazón, de calidad excelente, tanto las elaboradas en la costa cántabra (Cantabria y País Vasco) como las de la costa Brava, donde destacan las anchoas de La Escala.

De cualquier modo, los boquerones son uno de los aperitivos veraniegos más apreciados y se acompañan de un vasito de buen vino blanco, fino o manzanilla, o de una cerveza fresca.

Boquerones al pil-pil: A fuego lento en aceite de oliva, sobre el que se han freído unos ajos. La clave para ligar la salsa está en coordinar el movimiento de la cazuela y darle un toque de perejil picado.

Curiosidades

A partir de los boquerones y de otros pescados grasos como el salmón, la anguila, el atún o las sardinas se elaboraba en tiempos de griegos y romanos una salsa denominada "garum", muy utilizada como condimento. Para ello utilizaban los pescados citados, en un tamaño pequeño, enteros y troceados, incluidos sus intestinos. Los combinaban con hierbas aromáticas y sal, y esa masa la dejaban reposar durante días hasta que fermentaba. Algunas de las hierbas empleadas en el "garum" son eneldo, cilantro, hinojo, apio, orégano y hierbabuena.

Cómo prepararlo

El boquerón es una de las especies más apreciadas para la realización de conservas o semiconservas gracias a su intenso aroma y a la suavidad de su carne. Sin embargo, los boquerones se pueden consumir de muchas otras formas y en todas conservan su aroma y sabor propio. Resultan deliciosos rebozados con un aceite de oliva de calidad, fritos al ajillo, asados al horno o elaborados simplemente a la plancha y acompañados de una salsa vinagreta. Dado que su carne es más grasa no requieren añadirle más para resultar sabrosos y jugosos. Y si se desea dar a los boquerones un toque de distinción, resultan un ingrediente perfecto para elaborar unos sabrosos canapés o una original y nutritiva pasta de boquerones o paté.