Palometa o japuta

Propiedades nutritivas

La palometa es un pescado semigraso que contiene 5 gramos de grasa por cada 100 gramos de porción comestible. Destaca su contenido en proteínas, superior al de gran parte de los pescados. Además, estas proteínas se catalogan como de alto valor biológico porque contienen todos los aminoácidos esenciales. La palometa también aporta diferentes vitaminas y minerales. Entre las vitaminas se encuentran algunas de las pertenecientes al grupo B como la B3, B6 y la B12. Presenta un contenido medio de vitamina B3 si se compara con la cantidad que existe en otros pescados. Esta vitamina participa en el aprovechamiento de la energía que contienen los macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas), así como en la producción de hormonas sexuales y en la síntesis de glucógeno (reserva de glucosa en el hígado y el músculo).

En la palometa, la vitamina B12 está presente en cantidades importantes. Supera a la que contienen los huevos y gran parte de las carnes, alimentos de origen animal, fuente natural exclusiva de esta vitamina. La vitamina B12 posee relevantes funciones, dado que su aporte adecuado es imprescindible para la maduración de los glóbulos rojos, la formación del material genético y el buen funcionamiento de las neuronas.

La palometa contiene también vitaminas liposolubles como la A, E y la D, que se acumulan en su hígado y sus músculos. La vitamina A contribuye al mantenimiento, crecimiento y reparación de las mucosas, piel y otros tejidos del cuerpo. Además, favorece la resistencia frente a las infecciones y es necesaria para el desarrollo del sistema nervioso y para la visión nocturna. También participa en el crecimiento óseo y en la producción de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales. La vitamina E tiene especial importancia como antioxidante de los lípidos en el organismo. Por otro lado, la vitamina D favorece la absorción del calcio, la acumulación de este en los huesos y su nivel en la sangre.

En cuanto a la presencia de minerales, destacan sobre todo el potasio, el yodo, el selenio y el fósforo, y en menor proporción magnesio. El contenido en magnesio y fósforo es medio si se compara con el del resto de pescados, mientras que el potasio está presente en cantidades superiores a las existentes en la mayor parte de los pescados. Este mineral es necesario para el funcionamiento del sistema nervioso y para la actividad muscular. Además, interviene en el equilibrio hídrico dentro y fuera de la célula.

El yodo es indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides, que regula numerosas funciones metabólicas, así como el crecimiento del feto y el desarrollo de su cerebro. El selenio es un antioxidante que también participa en el metabolismo de las grasas y en el sistema inmunológico. El fósforo está presente en huesos y dientes, actúa en el sistema nervioso y en la actividad muscular, y participa en procesos de obtención de energía.

Por último, el magnesio es un mineral necesario para el sistema nervioso y la actividad muscular e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

Composición por 100 gramos de porción comestible - Datos 2019 / BEDCA
Calorías 126
Proteínas (g) 20
Grasas (g) 5
Magnesio (mg) 28
Potasio (mg) 430
Fósforo (mg) 250
Selenio (mcg) 45
Yodo (mcg) 48
B3 o niacina (mg) 9
B6 o piridoxina (mg) 0,63
B12 o cianocobalamina (mcg) 10
Vitamina A (mcg) 36
Vitmamina D (mcg) 16
Vitamina E (mg) 2,6

mcg = microgramos